Jordi Kuhs
Viena, 1 jul (EFE).- El mundo debe hacer más para protegerse de la amenaza de un atentado nuclear, según la declaración ministerial adoptada hoy en Viena por 123 países al comienzo de una conferencia internacional sobre seguridad atómica.
El documento, aprobada por consenso, es producto de un complejo proceso negociador que duró varios meses e incluyó a países como Irán, cuyo programa nuclear se encuentra en el centro de la polémica internacional desde hace años.
Unos 1.300 delegados de todos los Estados relevantes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) participarán hasta el viernes próximo en este encuentro, con el objetivo de mejorar la seguridad nuclear en el planeta.
"Instamos a todos los Estados a mantener una seguridad nuclear altamente efectiva, incluyendo la protección física de todos los materiales nucleares y radiactivos, su transporte, uso y depósito", señala el texto aprobado hoy.
Antes de detallar en veinticuatro puntos recomendaciones políticas y técnicas, la declaración reconoce que "debe hacerse más para fortalecer la seguridad nuclear a nivel mundial".
El texto no contiene medidas vinculantes ni exigencias concretas y se limita a exponer intenciones, a destacar esfuerzos ya hechos o a recordar amenazas existentes.
No obstante, el director general del OIEA, Yukiya Amano, resaltó hoy ante la prensa que se trata de "un documento muy robusto que funcionará como base para futuros esfuerzos" y subrayó el hecho que se haya adoptado por consenso.
"Confío en que (la declaración) contribuya a prevenir actos terroristas y a evitar que se obtengan materiales nucleares para propósitos maliciosos", dijo el director general.
Por terrorismo nuclear se entienden tres tipos de amenazas: la detonación de una bomba atómica, una "bomba sucia" que consiste en extender el efecto de material radiactivo con explosivos convencionales y un atentado contra una central nuclear.
La declaración, la primera de su tipo, destaca concretamente la amenaza que constituyen el robo y el contrabando de materiales nucleares y reafirma la responsabilidad de los Estados de mantener seguros todos los materiales atómicos y radiactivos.
Amano había explicado hoy en la apertura de la conferencia que cada año la agencia nuclear de la ONU registra más de un centenar de incidentes de robos y desaparición de material atómico.
La mayor parte de estos casos es de poca consideración, pero algunos son graves, advirtió el director general de la agencia nuclear de la ONU, quien agregó que, "desafortunadamente, no es posible saber si se trata sólo de la punta del iceberg".
Uno de los temores más extendidos entre los expertos es que grupos terroristas usen materiales nucleares robados para fabricar una "bomba sucia" cuya detonación podría contaminar centros urbanos.
La conferencia de esta semana, a cuya apertura han acudido 34 ministros y viceministros, es una de las mayores organizadas por el OIEA, precisamente para dar importancia a este asunto.
Una fuente cercana a la agencia nuclear indicó a Efe que sólo fortaleciendo la cooperación internacional se pueden mejorar las medidas de seguridad nuclear en todo mundo, "ya que los criminales siempre buscarán el eslabón más débil".
Entre los ministros presentes en Viena estaban los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman, y de Brasil, Antonio Patriota.
En su discurso ante el pleno, el titular brasileño insistió en la importancia de que las potencias nucleares declaradas, sobre todo Estados Unidos y Rusia, sigan adelante con su compromiso de desmantelar sus arsenales atómicos.
"No podemos ignorar que la continuada existencia de muchos miles de armas nucleares constituye una gran e inmediata amenaza para la paz y seguridad internacional, ya que amenazan la mera supervivencia de la Tierra", alertó el ministro brasileño.
"El statu quo es inaceptable", concluyó Patriota, de acuerdo al texto escrito de su intervención. EFE